Después de la campaña electoral y las elecciones de octubre de 1983, comenzaba uno de los procesos políticos mas difíciles de la historia Argentina, consolidar la democracia, resolver los problemas sociales y al mismo tiempo hacerlo sin impunidad, ni venganza, sino con justicia, que solo se conseguiría juzgando alas genocidas de la dictadura militar.
En su discurso inaugural de 1983 Raúl Alfonsín decía" .. Vamos a establecer definitivamente en la Argentina la democracia que todos los argentinos queremos, dinámica, plena de participación y movilización popular para los grandes objetivos nacionales,....... vamos a vivir en
libertad. De eso, no quepa duda, .Ios argentinos hemos aprendido, a
la luz de las trágicas experiencias de los años recientes, que la democracia es un valor aún más alto que el de una mera forma de legitimidad del poder, porque con la democracia no sólo se vota,
sino que también se come, se educa y se cura Se propiciará
la anulación de la ley de amnistía dictada por el gobierno militar y se pondrá en manos de la justicia la importante tarea de evitar la impunidad de los culpables. La justicia, asimismo, tendrá las herramientas necesarias para evitar que sean considerados del mismo modo quienes decidieron la forma adoptada en la lucha contra la subversión, quienes obedecieron órdenes y quienes se excedieron en su cumplimiento. Tenemos una meta: la vida, la justicia y la libertad para todos los que habitan este suelo. Tenemos un método: la democracia
para la Argentina. Tenemos un combate: vencer a quienes desde adentro o desde afuera quieren impedir esa democracia. Tenemos una tarea: gobernar para todos 105 argentinos sacando al país de la crisis que nos agobia. Vamos a hacer realidad la esperanza de recuperar la vida, la justicia y la con el esfuerzo de todos, en unión y libertad, que así sea'~
Tras esa extraordinaria convocatoria a principios del año 1984 jóvenes radicales de distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, que habían trabajado ya en la campaña electoral, comenzaron a tomar contacto y reunirse, y a encontrar un denominador común, la UCR, Alfonsín, su común origen social, y la comprensión de la necesidad de trabajar para lograr consolidar la democracia en la Argentina.
En ese camino hace 25 años en el Teatro Roma de Avellaneda se conformaba la primera mesa de la Juventud Radical del Movimiento de Renovación y Cambio de la Provincia de Buenos Aires.-
Es de señalar que muchos de los presentes nos veíamos las caras por primera vez, a pesar de llevar varios años militando por la misma causa, pero como dijimos la Unión Cívica Radical y principalmente Raúl Alfonsín y su propuesta política fueron la causa de esa reunión.
Todos nosotros provenimos de la militancia local, empezamos a participar llevados por nuestra necesidad de contribuir al proceso de democratización de la Argentina.
Vivimos los trágicos sucesos de la violencia en la Argentina como espectadores y como protagonistas, ¿a quien no lo bajaron de un colectivo en un procedimiento o le pidieron que mostrara el DNI de tres a cuatro veces en una mañana de concurrencia al trabajo o a la universidad?; ¿a quien no lo alteró el resultado de un atentado o la desaparición de vecinos, amigos o compañeros de estudio?
Nuestra primera juventud transcurrió en una. etapa de suma violencia, generada primero por la lucha -no democrática, sino a sangre y fuegooentre las diferentes facciones del gobierno de Isabel Perón y después por el terrorismo de estado practicado por quienes, ilegalmente y contra la Constitución Nacional se habían adueñado del poder en la Argentina. Los actores de esas etapas fueron los dueños de las vidas de 105 habitantes de este país.
Nos acercamos al Radicalismo y fundamentalmente a Raúl Alfonsín porque nos hablaba de respeto por los derechos, libertad de expresión, distribución del ingreso, nos hablaba de la paz y de la vida; valores fundamentales para nosotros.
A muchos nos decidió a afiliarnos a la UCR leer las propuestas, pero fue cuando escuchamos a Raúl Alfonsín que nos dimos cuenta que eso no era suficiente, que "necesitábamos" asumir un compromiso superior. Entonces nos acercamos a los comités locales a fin de iniciar nuestra militancia, la prédica de Alfonsín nos hizo querer dejar de ser objetos para ser sujetos de la historia.
Nuestra militancia estuvo, desde un primer momento, ligada directamente con la práctica y el contacto con la gente, antes que cualquier otra cosa aprendimos a difundir las propuestas del partido, atender locales y mesas en las plazas, hacer engrudo, pegar afiches, pintar paredes, repartir volantes, pegar miles de obleas RA por todo lugar posible, cuando íbamos a trabajar, a la escuela, a la universidad. A dar la discusión en los ámbitos m'enos pensados, en una chacra, un almacén, casas de familia. A ir a los actos en tren, colectivos de línea o amontonarnos en los autos que se conseguían. La formación política vino después, como una consecuencia de la búsqueda de un cambio para nuestra sociedad, y la encaramos con la misma firme voluntad con la que iniciamos nuestra militancia, organizando seminarios y congresos por toda la provincia, intercambiando material de lectura y documentos con el mismo entusiasmo con el que intercambiábamos recetas de engrudo o proporciones de cal y ferrite.
El origen de la JR M R Y e se encuentra estrechamente ligado a esa forma de militancia, y al hecho de comprender que la democracia no era un bien ya adquirido, que estábamos en una etapa de transición y era necesario trabajar para consolidarla, por eso debíamos acompañar y defender las propuestas de Alfonsín, en todos los ámbitos necesarios.
Es así como encaramos la consulta popular por el acuerdo de paz con Chile, y aportamos nuestro trabajo para "construir la paz" como cantábamos con Víctor Heredia en cada pueblo y por las calles de la costa Atlántica en el verano del '84.
Por eso estuvimos en Parque Norte cuando Raúl pronunció su discurso del '85, lo discutimos y lo internalizamos tanto en nuestra ideología y nuestra forma de trabajo en el partido, como en nuestra vida.
El formar parte de este grupo juvenil nos llevo a conocernos, a compartir luchas electorales internas y externas, a participar de grandes debates: la Conadep y el Juicio a las Juntas, el plan Austral, la ley de Punto Final y la de Obediencia Debida; a defender'con nuestra
presencia en las plazas de todas las ciudades y pueblos de nuestra provincia la democracia cuando estuvo amenazada por los grupos militares; a participar directamente en la implementación del PAN, los planes de Alfabetización o los programas de Salud, como solución de los problemas más graves dé nuestros conciudadanos
Todo eso forjó lazos de amistad que traspasan el tiempo, que se conservan a pesar de los años transcurridos sin que algunos nos veamos, a pesar de tener diferencias desde la forma de implementar políticas, que nos llevan a recordar con afecto las anécdotas de los congresos y las campañas de las que participamos, a reaccionar con alegría ante la posibilidad de juntarnos, a buscarnos para tratar de construir ámbitos de diálogo, de debate, a tratar de entendernos a pesar de las diferencias.
Mucha agua ha pasado bajo el puente, hoy nuestro objetivo principal se encuentra parcialmente cumplido, desde lo formal la democracia en la Argentina ya es una realidad, soporto dos hiperinflaciones, la crisis del 2001 y la pauperización económica que empezó en la década del 90 y aun no se ha resuelto
Pero todavía queda mucho por hacer, crecimiento económico con una mejor redistribución del ingreso, trabajo y viviendas para todos, democracia sindical, que la Salud y la Educación sean un bien para todos los argentinos, para que se convierta en una democracia Real, por lo que muchos sentimos que nos quedan ilusiones pendientes de las que nos llevaron a decidirnos a militar en política.
Hoy muchos estamos en diferentes espacios, pero todos, absolutamente todos conservamos intactos los ideales y las necesidades que nos llevaron a ingresar a los comités de nuestros pueblos. Todavía tenemos -tal vez un poco dormidos- los conceptos de Parque Norte: la democracia participativa, la ética de la solidaridad y la modernización del Estado, porque en definitiva somos militantes de la política y por lo tanto de la vida y no concebimos quedarnos de brazos cruzados, elegimos hace mucho ser partícipes de un proceso de transformación y ese proceso nos reclama que retomemos el camino que iniciamos hace más de 25 años cuando pasamos la puerta del afichecque decía que votar por Alfonsín más que una salida electoral era una ENTRADA A LA VIDA.
Que este reencuentro nos de la fuerza para continuar en la búsqueda y construcción de una mejor y verdadera Democracia.
y que el futuro nos permita cumplir con aquellas cosas que no supimos y que no pudimos, por que como decíamos en 1983 " •.• con la democracia se come¡ se cura y de educa"¡ que se haga realidad depende de nosotros
LA PLATA, 25 DE SEPTIEMBRE 2008
